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Discernimiento

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Discernimiento

Todos los católicos bautizados están llamados a la santidad, pero algunos hombres son llamados por Dios para ser diáconos. Esta llamada debe ser discernida cuidadosamente a través de un proceso establecido por la Diócesis de Joliet de conformidad con el Directorio Nacional para la Formación, Ministerio y Vida de los Diáconos Permanentes en los Estados Unidos.

Obtenga más información sobre la USCCB aquí

Al discernir esta vocación, es importante reconocer que el deseo de servir a la Iglesia en una capacidad mayor no es, en sí mismo, una llamada al diaconado. Los laicos pueden servir de muchas maneras mediante la participación en organizaciones tales como los Caballeros de Colón, los ministerios litúrgicos y pastorales y las obras de misericordia corporales. La llamada al diaconado comienza con el deseo de crecer en una mayor intimidad con Cristo.

La vocación al diaconado suele explorarse primero a nivel personal y generalmente comienza con la búsqueda de información sobre el diaconado y el programa de formación. Animamos a las personas a reflexionar y a ponerse en contacto con los párrocos o el personal de la parroquia para obtener los recursos necesarios. Además, todos los hombres casados deben recibir el apoyo y el consentimiento de sus esposas. La entrada en la formación diaconal es un camino en familia.

Puntos de reflexión personal para discernir la llamada de Dios

  • ¿Me apasiona la oración y eso se traduce en un servicio creativo a la Iglesia?
  • ¿Estoy profundamente atento a las Escrituras como un encuentro continuo con Jesús?
  • ¿Amo a la Iglesia y estoy dispuesto a cumplir las doctrinas y la moral católicas?
  • ¿Tengo el deseo de evangelizar y proclamar públicamente mi amor a Cristo y a la Iglesia?
  • ¿Poseo un deseo profundo de empoderar a los laicos y de introducirme en el mundo secular?
  • ¿Estoy dispuesto a emprender la labor vital de defender la enseñanza de la Iglesia sobre la santidad de la vida y la libertad religiosa?
  • ¿Estoy dispuesto a bautizar, a predicar, a ser testigo de un matrimonio, a orar en los velatorios, a visitar a los enfermos y a aconsejar a los que tengan problemas espirituales?
  • Sobre todo, ¿tengo un profundo amor y reverencia por la Sagrada Eucaristía? 

For more information

For more information, contact Karen Wojnarowski at the Diaconate Office: [email protected], 815-221-6174.